Juan Vucetich

 

Ente Rector

El pensamiento científico del mundo reconoce que el vucetichismo (en la insuperable expresión acuñada por el célebre médico francés Alphonse Laccassagne) nació en la oficina que Vucetich fundó el 1ro de Septiembre de 1891 en la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, cuando sólo tenía treinta y tres años de edad, oportunidad en la que, junto al sistema antropométrico (o bertillonismo), instauró el de identificación por las impresiones dactilares (el que, a instancias del checo Francisco Latzina 1843/1992-, que vivió en San Nicolás por los años 1870, luego quedó como dactiloscópico). Desde entonces, y pasando por la“prueba de fuego” al siguiente año de 1892 (junio), en ocasión del doble filicidio en Necochea (Famoso caso de Francisca Rojas), el sistema dactiloscópico vucetichiano pasó a dominar ampliamente la escena identificatoria de las personas por su sorprendente simplicidad o simplificación, y sobre todo, por su incuestionable eficacia, a punto tal de ser considerado perfecto en su aplicación matemática (Luis Reyna Almandos).

La oficina de 1891 perdura exitosamente en la actual Dirección de Antecedentes Personales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, organismo que acertadamente ha sido promovido al grado de “Patrimonio de interés provincial” (resolución 11117 Nº 230 del 23 de Abril del corriente año, dictada por el Ministro de Seguridad de la Policía Provincia de Buenos Aires, según el decreto 2590/94). Al cumplirse el 110 ° aniversario de la fundación de la oficina por el sabio argentino Juan Vucetich, así como la implementación del sistema que lleva su nombre, esto es, el 1ro de Septiembre de 2001, es justo y necesario reconocer que a dicha Dirección se la reconoce como el Registro Único de Antecedentes Judiciales y Policiales de esta provincia, ente rector de la Dactiloscopia, primer registro de reincidente de todo el orbe, primera escuela de Dactiloscopía y cédula madre de la verdadera Policía Científica de los organismos de seguridad de todo el mundo. La Fundación Juan Vucetich, se hace en el deber y simultáneamente, siente el justificado orgullo, de proclamar esta trascendencia vucetichiana perdurable y que presta ininterrumpidamente un ineludible servicio al hombre y a las instituciones porque asegura la identidad de aquél por ese sello que el Señor ha puesto en sus manos para reconocer cada uno sus propias obras (Job 37, 7).